Tiene cara de buey y cuerpo de buey pero es mucho más que un buey. Es una torre que mide un metro y 96 centímetros, lo mismo que Michael Jordan.
Se llama ‘Knickers’, tiene siete años y es la res más grande de Australia. Allí ya es famoso. Igual que su dueño, Geoff Pearson. Se está gastando un dineral con su superbuey. Tiene una plataforma donde pesa juntas a varias reses, pero a ‘Knickers’ tiene que pesarle solo. «La rompió. Pesa casi una tonelada y media», comenta.
1.400 kilos de carne. A Geoff se le pasó por la cabeza vender toda esa carne, pero… «No cabía en la máquina de procesado, así que ‘Knickers’ sobrevivió», explica el dueño.
Su tamaño le ha salvado del matadero. Ahora se dedica a guiar al resto de las reses. «Es como el líder del grupo y le enseña a todo el mundo dónde deben ir», asevera Pearson.
Con semejante tamaño es fácil verle desde cualquier lado. Es tres veces más grande que cualquiera de sus compañeros pero semejante tamaño tiene una explicación.
Está castrado, así que ha podido seguir creciendo durante estos siete años y también tiene un historial genético impoluto, es decir, sus antepasados ya eran buyes grandes. Gracias a su altura, le queda mucho por delante. «Creo que va a tener una vida muy tranquila y pacífica», comenta el dueño.
En esta vida, le queda otro reto: entrar en el Guinness como el buey más alto del mundo. No le va a costar mucho.
Fuente : LasextaTV