
Diariamente la ex seleccionada nacional de canotaje, Romina Pardo (22) recorre diariamente entre los sectores Michaihue y Nonguén en una micro del recorrido 22 San Pedro.
La joven se sumó hace cuatro días a la línea en compañía de su madre, quien también es conductora de taxibuses y la ayudó a conseguir el puesto. “La única condición que le puse fue que terminara los estudios”, señaló Paola Pardo, quien orgullosa de su hija destacó que “tiene mucha confianza para manejar”.
Romina contó a La Estrella que espera trabajar hasta agosto o septiembre de este año y luego continuar su práctica en la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y luego postular a la Escuela de Carabineros.
Respecto a su experiencia a la hora de tomar el volante, la joven aseguró al mismo medio que “no tengo mucho cansancio al manejar porque ya sabía hacerlo y he recibido buenos consejos. Lo que más me ha complicado es el clima en verano. A veces parece que estoy en un sauna”.
En cuanto a la relación con sus colegas y el trato de los pasajeros, contó que “no he hablado mucho con los otros choferes aún. Conozco a algunos de antes. En el caso de la gente, veo que se sorprenden de que alguien tan joven maneje un taxibús y de que no tenga problemas para maniobrar. A los sapos de micros ya los conozco”.
La historia de Romina con el deporte de alto rendimiento comenzó a los 12 años, cuando decidió dedicar su tiempo al canotaje, donde fue campeona nacional y sudamericano. Incluso estuvo en los últimos Odesur de Cochabamba 2018, según consignó La Estrella.
“Yo era seleccionada nacional y accedí a la Beca Proddar que daba ayuda monetaria a los deportistas, pero luego hubo un cambio en los requisitos y ahí muchos fuimos perjudicados. Me cortaron los brazos con anticipación porque al mismo tiempo estudiaba. Con el dinero podía entrenar, ayudar a mi mamá y pagar los estudios”, contó.
Eso sí, la joven aseguró que aún hay personas que le piden que vuelva a entrenar. “El profesor Gualberto Mesa me ha insistido en regresar, pero no tengo el recurso que me daba la Beca Proddar. Trabajar de chofer y practicar en canotaje no es opción, porque ahí se necesita una dedicación exclusiva al deporte”.
Por su parte, su madre Paola Pardo explicó las recomendaciones que le hizo a su hija. “Le aconsejé que tuviera mucha confianza, que las maniobras sean cortas y rápidas y, por sobre todo, mucha prudencia en la velocidad y cuando vea que está en riesgo, estar a la defensiva. Estoy muy orgullosa”.
Pardo contó que hay otras dos mujeres que trabajan en la línea y que son más que antes, pero que aún cree que son casos aislados. “Muchos pasajeros se sorprenden al ver mujeres manejando y nos dicen que nos estamos empoderando, pero eso no es tan así porque aún somos excepciones”, apuntó
Fuente : Soychile.cl